En ASSAC no disponemos de albergue, por lo que todos los animales que rescatamos los tenemos en casas de acogida, o en residencias, hasta que les encontramos una familia que les adopte definitivamente.
Las residencias por desgracia no son lugar para ningún animal, mucho menos para animales que han sufrido un abandono tras vivir toda su vida con una familia, ya que es un duro golpe verse entre rejas despues de ello. Por otra parte, tampoco disponemos de recursos económicos para costear dichas residencia.
CADA PERSONA QUE SE NOS OFRECE COMO CASA DE ACOGIDA ES UN ANIMAL MÁS QUE PODEMOS RESCATAR, UN ANIMAL MÁS SALVADO.
Ser casa de acogida, es por lo tanto, un acto de amor por los animales, una colaboración altruista y solidaria para con ellos.
Nosotros asumimos todos los gastos económicos así como todo lo necesario para su acomodación. También nos encargamos de cualquier transporte que precise, así como de la gestión de su adopción por una familia definitiva.
Ser casa de acogida es un acto solidario. También un acto de responsabilidad, por lo que valoraremos contigo el animal que las características de tu familia, tus condiciones de vida, tu tiempo, tu experiencia, te permita acoger. Y por supuesto, tu acogida será en todo momento apoyada y supervisada por nosotros, para que además de una experiencia de solidaridad sea una experiencia maravillosa e inolvidable.